Esto siempre te digo.
Te observo.
Quiero ver cómo te mueves,
cómo te desenvuelves,
cómo te sientes.
A ti, pupilo,
te mostraré,
te enseñaré
te enseñaré
la maestría del leer,
de aprender, del saber.
Cuando triunfas, yo contigo,
cuando naufragas, yo contigo,
te levanto y te enseño
a aprender de ese suspiro.
¡Ay, pupilo!
Futuro eres,
a la espera de un camino.
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