miércoles, 24 de septiembre de 2014

ALMA





¡Pon alma, pupilo!
Esto siempre te digo.

Te observo.
Quiero ver cómo te mueves,
cómo te desenvuelves,
cómo te sientes.

A ti, pupilo,
  te mostraré,
te enseñaré                                                        
la maestría del leer,
de aprender, del saber.

Cuando triunfas, yo contigo,
cuando naufragas, yo contigo,
te levanto y te enseño
a aprender de ese suspiro.

¡Ay, pupilo!
Futuro eres,
a la espera de un camino.


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